Dicen que emprender es un camino lleno de ilusión…
y también de curvas, dudas y momentos en los que piensas: “¿De verdad merece la pena?”.
La verdad es que sí: merece la pena, pero no porque sea fácil —porque no lo es— sino por la gente que te acompaña en el camino.
Este año he sentido la dureza del emprendimiento más que nunca.
Los días eternos, el cansancio que no se ve, la incertidumbre de no saber si estás haciendo lo correcto.
Y, aun así, también he sentido algo que compensa todo lo demás: el apoyo.
A veces ese apoyo llega en forma de mensaje bonito.
Otras, aparece en alguien que confía en mí para organizar una cata o una experiencia.
Y luego está ese gesto pequeño, casi invisible, pero que a los que emprendemos nos da un impulso enorme: un simple corazón en una publicación.
Puede parecer nada… pero cuando estás levantando un proyecto con tus propias manos, ese “corazoncito” es un “sigue, vas bien”.
Porque lo fácil es criticar sin saber, opinar sin conocer, juzgar sin preguntar.
Lo difícil —y lo valioso— es acompañar.
Y aquí estáis muchos de vosotros, acompañando sin exigir, empujando sin ruido, apoyando incluso cuando no nos conocemos en persona.
Por eso hoy no quiero hablar solo de Lavetonia, quiero hablar de vosotros.
De quienes habéis venido a una cata, de quienes habéis regalado mi Caja de Navidad Brindis o Picnic de quienes habéis confiado en una experiencia para vuestro grupo, vuestra empresa o condimentar vuestro viaje con una cata.
Y también de quienes simplemente estáis ahí, leyendo, comentando, compartiendo o dejando un corazón en redes porque os nace.
Gracias.
De verdad: GRACIAS
Y si el próximo año quieres seguir brindando conmigo…
Esto no es publicidad: es una invitación sincera a seguir compartiendo camino.
Catas de vino en Salamanca (individuales, parejas o grupos pequeños)
Para quienes buscan disfrutar o regalar un momento especial. Las catas clandestinas en Salamanca son, para mí, una de las experiencias más bonitas que comparto.
Experiencias gastronómicas para grupos, empresas y agencias de viajes.
Si formas parte de un equipo, gestionas viajes o trabajas con grupos, puedo diseñar una actividad que combine vino, sabor y un buen rato.
Es sorprendente lo que une un brindis bien servido.
Caja de Navidad Brindis
Mi pequeño orgullo. Un detalle hecho con cariño, pensado para regalar momentos.

Hoy no cierro el año con un discurso motivacional, lo cierro con un abrazo simbólico.
Con un “seguimos”, con un “gracias por estar” y con un “esto no lo hago sola: lo hacemos juntos”.
Porque sí, emprender es duro.
Pero cuando miro a mi alrededor y os veo… también es maravilloso.
Gracias por cada reserva, cada recomendación, cada gesto… y cada corazón.
De verdad, lo noto.
Y lo valoro más de lo que imaginas.
!Feliz Navidad!

Un brindis por seguir disfrutando de la vida y de los pequeños detalles.
Un brindis por esa emprendedora maravillosa que incluso antes de probar esa cata o ese pedido, gracias a su entusiasmo, ya te está haciendo disfrutar del momento.
Cheers!🥂
Cheers! Thanks 🙂